Según Career Builder, de los 10 trabajos más demandados para el 2015, tres de ellos pertenecen al sector TIC (desarrolladores de software y aplicaciones, expertos en sistemas y redes informáticas y desarrolladores web). El informe Adecco Professional puso de relieve que, durante 2014 el sector IT acaparó la primera posición en contratación abarcando el 28,3% del total. Así mismo, la UE estimó que para este mismo año en toda Europa se demandarían 700.000 profesionales del sector TIC.
Con estos datos es lógico pensar que estamos ante la panacea del siglo XXI: la tecnología es el futuro, pero la realidad es que la tecnología es el presente. Nuestros hijos nacen con una tablet bajo el brazo y aprenden a utilizar de forma intuitiva un dispositivo móvil antes que a hablar. Por ello creemos que el estudio de la programación se ha convertido en un elemento indispensable en el currículo educativo.
Ya en los años 80 lo creyeron, y con el surgimiento del lenguaje de programación Logo, miles de escuelas por todo el mundo se lanzaron a incluir la programación dentro del sistema educativo. De hecho, en 1986 el estudio “Effects of Logo and CAI environments on cognition and creativity” demostró que los niños habían aumentado su puntuación en ítems como la creatividad o la lógica operacional gracias a esta nueva materia. También demostraron un aumento en su independencia, focalización o curiosidad.
Por último, la Comunidad de Madrid ya está preparando la introducción de la asignatura “Tecnología, programación y robótica” que será de carácter obligatorio a partir del próximo curso escolar y se impartirá durante toda la educación secundaria.
Después de todo esto, ¿todavía dudas de los beneficios de la programación?
“Enseñamos física básica a cada niño, no con el objetivo principal de educar físicos si no porque todos ellos viven en un mundo gobernado por sistemas físicos. De la misma manera, todos los niños deberían aprender un poco de informática desde temprana edad porque van a vivir en un mundo en el que la computación está en todas partes.” (Manifiesto por la enseñanza de la Ciencia de la Computación en el siglo XXI)